Marisa se ha despertado pronto. Eso le gusta. A pesar de la medicación  y de que ha dormido unas seis horas se siente bien, descansada y de buen humor. Hoy es jueves. Y después de poco más de un mes de sequía creativa sabe que hoy volverá a su rutina.

Al despertar saluda a sus padres y hermanos por wasap, se prepara un zumo de frutas natural con una piedra de hielo  y dos tostadas con dos lonchas de  pavo. Toma sus pastillas, la rosa, la fucsia y la amarilla, todo un mundo de color, y mientras entra en twitter para ver qué ha pasado y enciende un cigarrillo, sí, Marisa también es fumadora.

Hace frío, el sol deja escapar algún rayo entre espesas nubes grises que amenazan lluvias. Aún se escucha el silencio de las primeras horas matutinas, pero esto durará entre poco o nada.

Sí, es hora de escribir. Marisa ha renunciado al proyecto de un libro de relatos, por el momento seguirá publicando en su blog. Lo potenciará y le dedicará todo su esfuerzo.

Ese, precisamente ese es uno de los propósitos de año nuevo que ha apuntado en su nueva libreta de Mr Wonderful.

• Escribir semanalmente en mi blog. Dedicarle mucho más tiempo y buscar formas de que crezca y aumentar el número de lectores.

Marisa, como casi todos ha decidido poner por escrito todo lo que quiere cambiar, aquello que quiere dejar atrás y a lo que le gustaría aspirar. Ya tocará luego, dentro de poco menos de 360 días hacer balance.

Ya hay algo que lleva adelantado, la dieta, y bajar de peso. En un monólogo interior es algo que se repite para empoderarse y alimentar su autoestima, porque los atracones de helado, han quedado en el cajón de sastre. Ha bajado sus primeros 20 kilos. Sí, es cierto, se repite. Queda mucho por andar, pues es solo el principio, al menos 40 más y no volver a subirlos.

• Apunta en su lista de la libreta más “cuqui” y con la frase más motivadora del mercado: seguir adelgazando, hacer más deporte, y no volver a engordar.

Esto último lo subraya con fluorescentes, sabe que en cualquier momento puede caer. Y un peso cae sobre sus hombros.

• Leer más, leer lo que me guste, usar mi libreta y hacer una lectura crítica apuntando frases y reflexiones que saque de cada libro.

Esto le hace olvidar un poco el resto, y sabe que todo escritor que se precie debe ser un buen lector.

• Feminismo, sororidad, empatía. Estas palabras las escribe con letra bonita, bien redonda y con colores que resalten el valor y la importancia que quiere que sigan teniendo en su vida. Marisa quiere seguir aprendiendo, ya sea a través de escuchar a otras mujeres y hombres comprometidos con la causa, como leyendo a grandes feministas referentes en la historia. Porque quiere escribir sobre eso, porque quiere ser parte activa, porque quiere hacer.

Y por último Marisa revisa su lista, y sonríe. Porque ha escrito que quiere atesorar los momentos que pasa con su familia y amigos. Y quiere forzar su mente para que los vaya guardando a modo de carrete y quiere que en algún lugar perduren las emociones sentidas. Esas de cada instante, porque esas ya no vuelven. Vendrán otras, pero cada vez son diferentes, y quiere que se acumulen en su ser como una gran superproducción cinematográfica, y volver a ellas cada vez que las necesite. De tal manera que vuelves a ver esa película que tanto te gustó, como cuando ves ‘El paciente inglés’ por quinta vez para volver a sentir lo mismo que la primera.

Pues así se ha propuesto Marisa vivir los momentos junto a su gente, a los suyos, y los que estén por venir.

Pero se queda observando esa lista de propósitos y ve que hay una última cosa que ha escrito.

Vuelve a mirar con curiosidad, y se emociona.

• ¡Ah! Era eso, claro, pero es que esto no me hacía falta escribirlo a modo de recordatorio. Porque esto se va a cumplir…