Es jueves, como cada día después de desayunar cojo mi teléfono móvil y entro en redes sociales. Ahí, además de seguir a amigos y familiares sigo a los principales medios de comunicación del país, tanto nacionales como locales.
Un titular ha llamado mi atención, de manera triste, decepcionante y alarmante. “Un enero negro: ocho mujeres asesinadas en los primeros 17 días de 2019”. Abro la noticia y empiezo a leer, cifras, 977 desde 2003, 47 en 2008. Luego nombres, Leonor, Romina.
No puedo seguir. Me pregunto que hasta cuándo, quiero escribir un tuit mostrando mi repulsa. Sé que puedo recibir insultos por ello. Feminazi, o que me respondan con el socorrido “No todos los hombres”, o peor, ¿y las denuncias falsas? Y todo esto es parte del problema pienso. Cuando aún no se es capaz de empatizar. Cuando aún se sienten atacados por lo que hacen otros, y no ven que el machismo es la causa y eso nos concierne a todos y a todas. Cuando el problema está en la base, cuando el problema está en nosotros.
Pero claro, si se monta la que se monta por anuncio de cuchillas de afeitar que muestra otra masculinidad y se llama al boicot. Qué puedes esperar.
Y qué tiene que ver, todo tiene que ver. Pero estamos ciegos de ego, estamos ciegos de privilegios, estamos ciegos de posiciones encontradas. Estamos ciegos de feminismo no, igualdad sí.
Y es que no les gusta, la palabra no les gusta. Un movimiento que existe hace siglos con la primera ola feminista.
No les gusta la definición de la RAE: “Principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre. Movimiento que lucha por la realización efectiva en todos los órdenes del feminismo”.
Pues entonces, ni feminismo ni machismo, dicen muchos hombres y también mujeres.
Además todo esto viene reforzado por grandes escritores y articulistas de los principales periódicos donde hablan de que hay un feminismo válido, el culto, el respetable, pero que es que el de ahora pues ya ves tú. Es que son insoportables. Y sus reivindicaciones no sirven. Y nada sirve. Y claro viene a reforzar a los de “ni machismi ni femisnimi”, que posiblemente no se hayan leído ni un solo libro de estos dos señores que me vienen así a la mente ahora. A mi uno de ellos en especial me gusta bastante, su escritura. Pero saben de su prestigio para rebatirte cualquier atisbo de decir basta, de señalar al machismo como causa de la violencia de género y de gritar “Ni una menos” y “Ni una más”.
Basta de que digan de la novia de Rafa Nadal que ¡vaya braguetazo! en un titular de un medio de comunicación para hablar de los negocios del deportista.
Porque ya está bien de que contemos como víctimas y empecemos a contar, ya está bien de dar el pésame a familias y tuits de repulsa de nuestros representantes políticos mientras a su vez se están sentado en una mesa para pactar con un partido que ha venido para eliminar la ley de violencia de género. La única ley que con sus defectos protege a las víctimas. Porque si vamos a contar contemos que antes de la ley se denunciaba menos y se mataba más. Porque no se tenía en cuenta que esta violencia es una violencia estructural, que nos matan por ser mujeres, y que desde que se conocen datos, ya esta violencia se ha cobrado más víctimas que ETA.
¿Se acuerdan de ETA?, se acuerdan qué pasaba cada vez que estos terroristas asesinaban a alguien y se nos quedaba el corazón encogido, impotente de cómo sesgaban la vida de inocentes. Pues la violencia machista ya ha matado MÁS que ETA.
Piénsalo, piénsalo cuando creas que VOX tiene razón cuando quiere eliminar la ley de violencia de género. Piénsalo.
Una gran reflexión que much@s deberían leer y aplicar.
Muchas gracias ??